Por Carlos A. Sourdis Pinedo
Aunque este corto y estrecho callejón forma parte del entramado de callejuelas ubicadas en el núcleo histórico de los orígenes de la ciudad, a unos pasos de la Iglesia y de la Plaza de San Nicolás, hoy es un microcosmos deprimido y deprimente, por donde las aguas negras corren bajo los pies de quienes, insólitamente, han instalado restaurantes callejeros que gozan de no poca clientela.
Se trata del llamado ‘Callejón de los Meaos’. Su dirección en nomenclatura numérica es carrera 42C entre calles 30 y 33 y no llega a tener 200 metros de largo. Existen versiones encontradas sobre el origen de este nombre tan particular.
La primera que hemos hallado es que durante el cambio de siglo (es decir, del XIX al XX) no existían baños públicos en la zona (al parecer, tampoco existen ahora), y los usuarios de los negocios y dependencias vecinas (este callejón era denominado ‘de las Notarías’) aliviaban sus necesidades menores en el callejón, produciendo ese olor característico a amoníaco que conserva hasta nuestros días (aunque en la actualidad se deba más que todo al estropeado sistema de recolección de aguas negras bajo el pavimento).
Existen, menos mal, versiones más pintorescas e incluso primorosas: los comerciantes de la zona de la época, sobre todo los proveedores de alimentos, cansados de que los ratones y las ratas arruinaran su mercancía, adoptaron y criaron una buena cantidad de gatos. Sería entonces la dulce voz de estos cuadrúpedos, “miau, miau”, la que terminó haciendo que los habitantes de la creciente ciudad recurrieran a esta felina manifestación onomatopéyica para bautizar el callejón, según versión del investigador Adlai Stevenson Samper.
Aparte del restaurante improvisado bajo un conjunto de esteras colgadas de acera a acera para dar sombra y proteger de la lluvia a la clientela del par de restaurantes, hallamos unos cuantos locales comerciales.
Entre los negocios que ocupan los edificios, hallamos una bodega de productos envasados (gaseosas y cervezas) desde la que se surte a las tiendas y refresquerías del sector. Roimán Herrera, quien trabaja en el lugar, dice que ha escuchado sobre un posible plan de rehabilitación urbana. “Espero que esto traiga beneficio sobre todo para los propietarios de edificaciones, pero no hay que olvidar a quienes han creado sus negocios en la calle”.
Según Herrera y otros habituales, aquí funcionó en sus buenos tiempos un hotel. Aunque esta versión no es confirmada por autoridad histórica alguna, al menos una de las fuentes consultadas opina que éste el único inmueble sobre el que valdría la pena hacer una intervención de rescate patrimonial. “El resto de los edificios en el callejón son totalmente deleznables desde el punto de vista patrimonial”, comenta Stevenson.
También existe una gran distribuidora mayorista de abarrotes (en donde nos dicen que el propietario no tiene tiempo para atender periodistas), y en frente un decadente local donde se venden maniquíes y también mostradores a precios de saldo para exhibir ropa. Guillermo Ospina, de 55 años, es propietario de este negocio desde hace 15 años (es precisamente el señor Ospina quien menciona el dato de que el nombre original de esta callejuela era ‘de las notarías’).
Dice que, si tuviera acceso directo con las autoridades distritales, con el alcalde Pumarejo, por ejemplo, le pediría ejecutar obras públicas para mejorar el estado del sistema de recolección de aguas negras, ya que “el olor es insoportable”. Dice que entre sus prioridades no está la de cambiarle el nombre al callejón. “Eso sería como cambiar la historia”.
Pues bien, parece que la historia esta a punto de cambiar. Se trata de un giro positivo
“La Alcaldía de Barranquilla, y el Banco Interamericano de Desarrollo convocaron al concurso universitario internacional para jóvenes de Latinoamérica ‘Lab - Ciudades BID’, buscando soluciones creativas e ideas innovadoras a problemas urbanos de la mano de estudiantes, profesores universitarios y jóvenes profesionales de toda la región”, según informó Carlos Canchilla, gerente del Área Centro de la Empresa de Desarrollo Urbano (Edubar), entidad dependiente de la Alcaldía Distrital.
“Este ejercicio tiene el objetivo de servir como semillero e incubadora del talento joven en temas urbanos a partir de una red de trabajo con universidades. Asimismo, ofrecer experiencia directa para potenciar planes y proyectos reales, y promover un espacio participativo que ponga en discusión los paradigmas de la disciplina.
“Esta sexta edición busca seleccionar un proyecto que desarrolle una estrategia integral de intervención urbana para el casco antiguo de la ciudad.
“Así, impulsar la recuperación y reactivación de un conjunto de callejones como lugares de encuentro, actividad económica, y núcleo vital del desarrollo de Barranquilla.
“Asimismo, busca una propuesta urbano-arquitectónica detallada para la carrera 42C entre calles 30 y 33, también conocida como ‘callejón de los meaos, como intervención ilustrativa para la trama de callejones del Centro Histórico.
“La estrategia de intervención de los callejones busca contribuir al programa de revitalización y puesta en valor del Centro Histórico.
“Las estrategias de intervención urbana y las propuestas de espacio público que resulten del concurso, se sumarán a los aprendizajes obtenidos a partir de iniciativas previas del BID en la ciudad.
“El alto nivel de las propuestas recibidas, el entusiasmo académico regional, y el interés de otras ciudades en promover esta actividad ha impulsado la realización de cinco ediciones de este concurso:
“Curundú, Panamá 2015; Santa Marta, Colombia 2016; Mendoza, Argentina 2017; Santiago de Chile 2018, y Buenos Aires, Argentina 2019.
“En esta edición del concurso podrán participar estudiantes de cualquiera de los países miembros del BID, que se encuentren cursando los dos últimos años de carrera universitaria o estudios de posgrado, o estudiantes y/o colaboradores de una universidad de un país de América Latina y el Caribe.
Resulta chévere que este sector de nuestra ciudad goce no sólo de la atención de académicos y profesionales de la arquitectura de toda América Latina, así como del apoyo de un organismo internacional como el Banco Interamericano de Desarrollo.
Carlos Canchilla, Gerente del Área Centro de Barranquilla de la Alcaldía Distrital indicó que el plazo para someter proyectos a consideración de este programa culminó el pasado mes de septiembre. Los resultados serán dados a conocer el próximo mes de noviembre.
Muy buena la crónica, pero el sexto párrafo está inconcluso.
ResponderEliminarGracias por la información. Mea culpa. Ya la Fundación ha subsanado el error, por el que pido disculpas. Gracias de todos modos por tu calificación de la crónica.
EliminarEl proyecto tiene un potencial extraordinario de recuperacion y uso adecuado del espacio. Tanto como espacio publico como espacio historico.
ResponderEliminarSeria de gran ayuda ver en Planta el espacio con sus medidas. Tal cual como un mapa en vista aerea, donde se especifique lo que existe actualmente y lo que podria modificar o adecuar.
Las tres fotografia nos muestra una secuencia individual, pero no en conjunto. Por ello recomiendo que se muestra en Planta toda el area a restaurar.