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Mostrando entradas de diciembre, 2020

La Fotomaratón 2020 de la Fundación Mira al Centro: “Maravillosa, maravillosa”

  Contra viento, marea y covid, ayer se premiaron los mejores trabajos fotográficos de este año La Fotomaratón 2020 de la Fundación Mira al Centro: “Maravillosa, maravillosa” Por Carlos A. Sourdis Pinedo Si existe una evidencia de que la Fotomaratón realizada durante ya 15 versiones anuales por la Fundación Mira al Centro se ha ganado un puesto en el corazón de los habitantes no sólo de Barranquilla sino de otras ciudades de la Región Caribe, dicha evidencia se pudo palpar, vivir y respirar ayer en la Plaza de la Paz. Este escenario al aire libre fue el escogido por los organizadores del evento con el fin de entregar los premios a los primeros, segundos y terceros lugares, así como las menciones especiales, para los trabajos más destacados que fueron presentados ante el jurado por más de 1.000  fotógrafos aficionados y profesionales el pasado 12 de diciembre de 2020. La participación y el entusiasmo han sido especialmente emotivos porque a pesar de la preocupación generalizada...

La dulce amargura de la caña

  Por Carlos A. Sourdis Pinedo Un recuerdo de mi infancia más tierna: papá llega a casa del barrio El Prado en carro desde su finca en Luruaco y trae en un saco unas varas vegetales de aspecto reseco, entre verdosas y amarillentas. Están divididas en secciones nudosas, como los juncos o los bambúes de los que están hechos los muebles de la salita de la casa, pero mucho más blandas y menos pulidas. Nos lleva a mí y a mis hermanos hasta el fondo del traspatio y cava un agujero en el jardín, en cuyo fondo coloca las varas acostadas. Luego las cubre otra vez con la tierra.  No tenemos que esperar más que unas semanas para que en el lugar broten más varas, verdes, que pronto superan en altura a la paredilla que divide nuestro traspatio del de los vecinos, con largas y abundantes hojas colgantes que al contacto con la piel humana dejan clavadas unas finas, minúsculas e irritantes espinas. Una tarde cualquiera nos conduce nuevamente hasta donde han crecido las plantas y corta con un ...

Es tiempo de mirar hacia la Iglesia de San Roque

Por Carlos A. Sourdis Pinedo Para los creyentes católicos en Barranquilla, pocos momentos como el actual son tan propicios para volver la mirada hacia la Iglesia de San Roque, en la calle 30 con carrera 36 del Centro de la ciudad, y para hacer aunque sea una visita a este templo. Recordemos que lleva su nombre por la devoción a San Roque de Montpellier, uno de los tres patronos de los peregrinos pero, ante todo, este personaje de Occitania (Francia) es reconocido por la Santa Sede como el Santo Protector ante la peste y toda clase de epidemias, tal como la que en estos momentos azota al mundo entero bajo el nombre de covid 19. La fecha de existencia más aceptada históricamente de ‘Saint Roc’ de Montpellier, se fija entre 1348 y 1350, cuando en Europa hacía estragos la Segunda Peste Bubónica. Se dice que este abnegado santo, a pesar de ser hijo del gobernador de Montpellier, repartió sus bienes entre los pobres tras quedar huérfano a los 20 años y realizó milagrosas curaciones durante s...

El Niño Dios de última hora

Por Carlos A. Sourdis Pinedo “Dios bendiga a Colombia”, son las palabras de agradecimiento de Carlos Pérez, quien llegó a Barranquilla hace cinco años, procedente del Estado de Lara (Venezuela) y en busca de mejores condiciones de vida. Recuerda que, tras llegar a nuestro país, inició un negocio de venta de agua con cinco mil pesos. “Al cabo de un mes ya había podido ahorrar tres millones de pesos”, dice, explicando que para lograr esto es necesario mucho trabajo, disciplina y “sobre todo no gastarse el dinero en ron ni aguardiente ni otras pendejadas”. Es así como contribuye con la manutención de los parientes que dejó en la castigada Venezuela. Ha sido uno de los aproximadamente ochenta favorecidos durante un sorteo mediante el cual la Alcaldía Distrital dio acceso a que una parte de los vendedores ambulantes especializados en juguetería se instalaran, desde el pasado 18 de diciembre, en la ‘Feria Navideña’ del 2020. Pérez se siente emocionado además porque el elemento típico de la j...

La relojería se lleva en la sangre

Por Carlos A. Sourdis Pinedo Precisión, cumplimiento, exactitud y organización. Estos son los cuatro ingredientes que Elder Hernández Esquea, de 55 años, considera que todo buen relojero o reparador de relojes debe poseer para poder dedicarse al oficio y prestar un eficiente servicio. Parece que se estuviera refiriendo también a las características que deben tener las maquinarias que él atiende cariñosamente en su sede estacionaria, ubicada en la carrera 44 No.43- 45 del Centro de Barranquilla. Elder Hernández considera, además, que la relojería es algo más que un oficio o un trabajo: “es un arte empírico”, y como tal, “se lleva en la sangre”.  Y el amor por la relojería en Hernández proviene de una larga tradición de la familia de su madre: “Todos son técnicos de relojería”. Fue un tío —hermano de su madre— quien le pasó los conocimientos que a su vez éste había recibido de su abuelo.  De manera que desde antes de los 15 años ya acompañaba a su tío cuando éste tenía su pequeñ...

Callejón de los Meaos, una rehabilitación muy esperada

Por Carlos A. Sourdis Pinedo Aunque este corto y estrecho callejón forma parte del entramado de callejuelas ubicadas en el núcleo histórico de los orígenes de la ciudad, a unos pasos de la Iglesia y de la Plaza de San Nicolás, hoy es un microcosmos deprimido y deprimente, por donde las aguas negras corren bajo los pies de quienes, insólitamente, han instalado restaurantes callejeros que gozan de no poca clientela.  Se trata del llamado ‘Callejón de los Meaos’. Su dirección en nomenclatura numérica es carrera 42C entre calles 30 y 33 y no llega a tener 200 metros de largo. Existen versiones encontradas sobre el origen de este nombre tan particular. La primera que hemos hallado es que durante el cambio de siglo (es decir, del XIX al XX) no existían baños públicos en la zona (al parecer, tampoco existen ahora), y los usuarios de los negocios y dependencias vecinas (este callejón era denominado ‘de las Notarías’) aliviaban sus necesidades menores en el callejón, produciendo ese olor ca...